El origen del Catálogo de Montes de Utilidad Pública se remonta a mediados del siglo XIX, cuando en medio de grandes presiones desamortizadoras se le encargó al recién creado Cuerpo de Ingenieros de Montes la labor de realizar un informe técnico sobre aquellos montes que quedarían exceptuados de la desamortización prevista en la conocida como “Ley Madoz” de 1 de Mayo de 1855, la cual buscaba el saneamiento de las arcas públicas vendiendo propiedades no solo del clero y de órdenes militares sino también propiedades del Estado y de los propios y comunes de los pueblos.La Junta Facultativa del Cuerpo de Ingenieros de Montes finalizó este informe el 8 de Octubre de 1855 y denominado “Informe de la Junta Facultativa del Cuerpo de Ingenieros de Montes sobre los montes que conviene exceptuar de ladesamortización conforme a lo mandado en el artículo 2º, párrafo 6, de la Ley de 1de mayo de 1855”. Este informe tiene un gran valor histórico, social y cultural, ya quegracias a la avanzada visión conservacionista para la época de los ingenieros que lo elaboraron y sugran esfuerzo realizado al haber terminado dicha clasificación en el escaso plazo del que disponían (4 meses) consiguió evitarla venta de los montes públicos españoles con mayor valor ecológico.

Posteriormente, el  Cuerpo de Ingenieros de Montes elaboró en 1859 la “Clasificación General de los Montes Públicos” la cual fue aprobada por Real Orden en septiembre del mismo año. Dicho documento constituye el primer registro completo por provincias y ordenado de un modo sistemático de los  montes públicos españoles, incluyéndose los montes exceptuados de ladesamortización y los montes enajenables.
 

En 1862 se aprobaron los primeros catálogos de montes exceptuados de la desamortización, entre ellos el de las provincias de Cáceres y Badajoz, que tras la revisión y actualización de 1877 derivó en la publicación en 1901 del “Catálogo de los montes y demás terrenos forestales exceptuados de la desamortización por razones de utilidad pública”, siendo aprobado definitivamente el Catálogo de la provincia de Badajoz en 1902, y el Catálogo de la provincia de Cáceres en 1908. Los criterios de catalogación fueron de tres tipos: altitudinales, según la especie y según superficie. En estos Catálogos de Cáceres y Badajoz se incluyeron sobre un centenar de montes públicos entre las dos provincias, los cuáles han perdurado como tal hasta nuestros días.
 

Después de un intento de actualización de varios catálogos provinciales en 1931 publicados pero sinser aprobados, no fue hasta 1970 cuando se realizó la última actualización del catálogo a nivel general y conjunta de todas las provincias españolas. Hoy en día, y dadas las transferencias de funciones en materia de medio ambiente a las Comunidades Autónomas son éstas las encargadas de la actualización de sus respectivos catálogos provinciales.

Se puede considerar que el Catalogo de Montes de Utilidad Pública ha sido la figura de mayor protección que ha existido para los montes públicos españoles a lo largo de la historia, ya que evitó la venta (y  probablemente su consecuente roturación y puesta en cultivo) entre 1853 y 1901 de más de 130.000 hectáreas de los montes públicos de Extremadura con un mayor valor ecológico.

Por ello, el Catálogo de Montes de Utilidad Pública y sus sucesivas actualizaciones es un instrumento técnico-jurídico fundamental para la defensa y consolidación del patrimonio forestal público, recogido así en el Plan Forestal de Extremadura, en el Plan Forestal Español y en la Estrategia Forestal Española.

Castillo de Villaviciosa de Odón, sede de la primera Escuela de Ingenieros de Montes de España, fundada en 1846. Fuente: Revista España Forestal. FOTOTECA FORESTAL ESPAÑOLA DGB-INIA.