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Serapias perez-chiscanoi

ESTUDIO SOBRE LA SERAPIAS PEREZ-CHISCANOI EN EXTREMADURA

Grupo de Trabajo de Botánica de ADENEX (Noviembre 2003)

1. Sistemática y taxonomía


serapias perez chiscanoiNombre científico considerado correcto:

Serapias perez-chiscanoi C. Acedo, Anal. Jard. Bot. Madrid, 47(2): 510 (1990) 

Sinónimos:

  • Serapias lingua auct. hisp. non Linneo (1753)
  • Serapias viridis sensu J.L. Pérez Chiscano, non Velloso (1800)
  • Serapias cordigera L. var. ¿? (consultar Tyteca, 1997)

Serapias perez-chiscanoi C. Acedo, fue clasificada en 1990 por el Jardín Botánico de Madrid, al realizar un estudio de la especie, ya descrita como Serapias viridis en 1988 por José Luis Pérez Chiscano. Sin embargo, tal denominación científica ya estaba registrada por un autor del siglo XIX que citaba este taxón en Brasil. A pesar de ser muy dudosa esta cita en Sudamérica, entre otros motivos porque allí no está presente el género Serapias, la praxis botánica aconseja adoptar la segunda denominación, Serapias perez-chiscanoi, para evitar confusiones.

El género Serapias en Extremadura, está representado por cinco taxones específicos, con una subespecie. No se conocen híbridos, ni entre las especies, ni entre los géneros con los que normalmente conviven (Pérez Chiscano et al, 1991).

Las especies extremeñas del género son:

  • S. cordigera L.
  • S. lingua L.
  • S. parviflora Parl.
  • S. perez-chiscanoi C.Acedo
  • S. vomeracea Burm. Fil. subsp. vomeracea Briq.

De éstas, S. perez-chiscanoi y, parcialmente, S. cordigera, están limitadas a Extremadura, principalmente a la cuenca del Guadiana, mientras que las otras tienen una distribución amplia por la Comunidad Autónoma (Pérez-Chiscano et al, 1991).

La mayoría de autores mencionan tradicionalmente como la especie más emparentada con S. perez-chiscanoi a S. vomeracea subsp. vomeracea (Pérez-Chiscano et al, 1991; Keitel, 1991; Delforge, 1995 y 2002). Por otro lado, más recientemente, otros autores la relacionan, probablemente más acertadamente, con S. cordigera, de la cual habría evolucionado en un periodo relativamente reciente. Incluso algunos la reducen a una mera variedad o forma degenerada de esta última especie. Sin embargo, en las poblaciones extremeñas, S. perez-chiscanoi no suele aparecer junto a S. cordigera, ya que tienen hábitats bastante diferentes, sino, a menudo, junto a S. lingua y ocasionalmente con S. parviflora.

Citas de Serapias de color verdoso del Algarve portugués (Vale do Lobo -Jansen, 1993- y Barranco do Velho -Salkowski, 1993-), descritas como formas de S. cordigera (Tyteca, 1997), han sido ilustradas con fotografías que parecen presentar características diferentes a las plantas extremeñas.  Así, en Barranco do Velho (Algarve), Kreutz (1995) observa que las formas encontradas no son idénticas a S. Pérez-chiscanoi.

Tyteca (1995) cita una nueva localidad, Galaxos, también en el Algarve, con formas verdes, conviviendo con otras de color rosado, más abundantes, llegando a la conclusión, de que se trata de simples variantes de S. cordigera. Finalmente, Tyteca (1.997) concluye que las descripciones de Serapias  en Extremadura, así como las del Algarve, que presentan coloraciones verdosas, amarillentas o rosadas, incluso otras descripciones atribuidas a S. vomeracea, son formas degenerativas de S. cordigera (Journal Europäischer Orchideen, Vol. 29, Octubre 1.997, págs. 267 y ss). Nosotros, a través de las observaciones en pleno campo y de los análisis realizados en el presente estudio, disentimos de esta afirmación, como intentamos demostrar a continuación.

S. perez-chiscanoi presenta una gran uniformidad y estabilidad en sus caracteres, con claras diferencias respecto a S. cordigera y otras especies del género. En cualquier caso, deberían investigarse con más profundidad las características, hábitat y variación genética de estas plantas para establecer con mayor claridad el estatus de cada especie.

Estas son algunas de las características diferenciales de S. perez-chiscanoi respecto de S. cordigera:

  • Parece ser una especie 100% autógama (aunque este rasgo ha sido puesto en duda recientemente -ver apartado de floración), mientras que S. cordigera tiene polinización cruzada.
  • El hábitat es diferente del de S. cordigera. Inferior a 600 metros s.n.m.
  • El tamaño medio de la planta bastante inferior al de S. cordigera. 10-45 cms. de altura en el tallo y hojas de 4-25 cms. de largo.
  • Inflorescencia corta, densa, en "espiral", con 1-13 flores, frente a una inflorescencia laxa y derecha en S. cordigera.
  • Ginostemo siempre blanco, el de S. cordigera siempre rojo.
  • Ángulo del labelo de la flor de 45-90º con el tallo; en S. cordigera el labelo apunta hacia atrás (paralelo con el tallo).
  • El color sería un aspecto diferencial de escaso valor, ya que aparecen variaciones y decoloraciones con relativa frecuencia en las otras especies.

Respecto al color, como ocurre en otras Serapias, hay una cierta variabilidad, y existen varias formas diferentes de la especie según esta característica, que es importante conocer:

Formas básicas

En general hay dos formas o variedades básicas, la ?forma verde? y la ?forma roja?. Pueden ocurrir juntas, pero a veces las poblaciones tienen solamente plantas de una u otra. Su estructura es igual pero ocurren formas intermedias de color.

  • Forma verde: Su color es completamente verde claro incluyendo las flores, pelosidad, ovario, tallo y hojas. A veces aparecen puntos rojizos en los nervios de las flores, de las brácteas y del tallo.
  • Forma roja: Esta forma también es verde pero tiene flores verdes con pelosidad rojiza y nervios rojizos en las flores, tallos, ovarios y hojas. También tiene un hipoquilo (parte del labelo) de color rojizo, comparado con el hipoquilo verdoso o rosado claro, a veces, de la forma verde.

Otras formas

Muy ocasionalmente aparecen otras variedades, pero son muy raras. También es muy difícil decidir si estas variedades son solo formas diferentes o quizás híbridos con otras especies de Serapias.

  • Forma rosa: Hemos localizado plantas rosadas, tres en total, en la población Aljucén 2 (Sur), entre formas verdes de Serapias perez-chiscanoi. Son exactamente iguales en morfología y altura a las dos primeras formas descritas; solamente las flores son completamente rosadas con nervios rojizos, al igual que el labelo (hipoquilo y epiquilo). Las flores superiores son ligeramente más rojizas que las inferiores. Las brácteas tiene un color rosado muy claro con nervios rojizos. El ovario es completamente verde, al igual que el tallo y las hojas.
  • Forma blanca: Toda la población (unas 13 plantas) en la cola del embalse de Cornalvo es también diferente. En lugar de flores verdosas, estas plantas las tienen blancas. Las flores son completamente blancas con pelos blancos y nervios verdes. El hipoquilo es amarillo. Las brácteas son blanco verdoso con nervios verdes. Estos nervios verdes tiene puntos rojizos muy claros. El ovario es verde y también aquí aparecen puntos rojizos en los nervios. El tallo es verde también con puntos rojizos muy claros. Las hojas son verdes.

2. Distribución geográfica

La orquídea Serapias perez-chiscanoi parece ser endémica de la cuenca del Guadiana (Pérez Chiscano et al., 1991), con todas las citas conocidas en su margen derecha y dentro de la provincia de Badajoz, si bien se tienen algunas citas históricas en Portugal, dentro de la misma cuenca hidrográfica en su margen derecha. Así mismo, se han dado un par de citas (para nosotros dudosas) en la cuenca del Tajo portugués ?representando además otra provincia corológica-, como S. viridis, en dos localidades, Serra de A Rabida y Mafra/Sintra (E. Breiner & R. Breiner Keitel, Journal Europäischer Orchideen, Vol. 27, Diciembre 1.995, págs. 663-668).

Según informaciones de investigadores botánicos de la Universidad de Évora (Doctoras Rute Caraça y Maricia Pereira, com. pers. 2003) respecto a estas citas, señaladas como S. viridis, la verdadera S. perez-chiscanoi tiene otra apariencia. Esta especie se parece mucho a la forma hipocromática de S. parviflora, la cual aparece ocasionalmente y en pequeños grupos.

S. perez-chiscanoi (S. viridis según otros) podría ser encontrada también fuera de la zona del Guadiana. Hemos visto fotos de plantas tomadas en Alentejo-Portugal (Caraça & Pereira, com. Pers. 2003) que parecen coincidir o se aproximan mucho a S. perez-chiscanoi de Extremadura.

Nuestra investigación se limitó exclusivamente al valle del Guadiana y áreas periféricas en Extremadura, donde, a falta de confirmación de otras citas posibles, se circunscribe con certeza científica la distribución geográfica conocida de la especie y, en cualquier caso, se concentra el grueso de su población mundial.

3. Estatus de población en Extremadura

Se conocían, dentro de Extremadura, 10 poblaciones históricas (Pérez Chiscano, 1988), cinco de las cuales parecen haber desaparecido, ya que no pudimos encontrar ejemplares durante la realización del presente estudio, aunque hay que tener en cuenta que cuando las condiciones se vuelven desfavorables, las partes subterráneas pueden subsistir largo tiempo, a veces sin emitir prácticamente ninguna hoja.

En la actualidad se han encontrado 11 poblaciones en la región (ADENEX, 2.003 -inédito-), seis de ellas no conocidas con anterioridad, cuyo censo total arroja la preocupante cifra de unos 320 individuos. Aunque deben existir otras localizaciones, en la mejor de las estimaciones, según expertos consultados, la población regional de la especie no debe superar el millar de plantas.

4. Ecología y Sociología

Se trata de una especie con una marcada ligazón por los suelos sueltos, de carácter ácido y de origen sedimentario, en su más amplia categoría, desde los suelos sedimentarios poco evolucionados, prácticamente aluviales, a aquellos sedimentarios evolucionados del tipo <<rañas>>. Siempre prefiere zonas abiertas,  con una cierta exposición sur-sureste. En general, no suele soportar el encharcamiento constante durante largos periodos de tiempo, aunque prefiere zonas de inundación temporal y es posible encontrarla en las praderas no roturadas de majadales y pastizales adehesados de toda la margen derecha del Guadiana en Extremadura y algunos puntos dispersos de Portugal. Suele asentarse en las comunidades de Tuberarion guttatae, Agrostidion castellanae y Brizo-Holoschoenion, aunque ocasionalmente pude aparecer en Poetalia. Son compañeras de especies de terófitos como Poa sp., Vulpia sp., Bromus sp., Trifolium sp. y Medicago sp. Sin embargo, son diferenciales para su hábitat la presencia de herbáceas perennes, como Isoetes histrix, Scirpus holochaenus, Asphodelus ramosus y especies del género Serapias, como S. lingua, S. parviflora, S. stenopetala o S. Cordigera (Vázquez Pardo, F.M., com. pers. 2003).

5. Floración

La antesis discurre desde primeros de abril hasta mediados de mayo, dependiendo de la evolución climatológica primaveral. Las flores aparecen en inflorescencias de 3-13 flores, verde pálidas, a veces con nerviaciones púrpuras, y suelen permanecer durante 2/3 semanas hasta su fecundación.

Según Pérez-Chiscano et al (1988), tras la observación de gran número de flores en campo y experimentación en maceta durante varios años, esta especie sería autógama (la flor es fecundada por su mismo polen) y cleistógama (fecundación cuando la flor está aún cerrada). Sin embargo, según Vázquez Pardo (com. pers. 2003), el comportamiento reproductor de esta especie aún no puede darse por zanjado, ya que su carácter autógamo no se ha confirmado de pleno, y la posibilidad de cleistogamia se reduce a determinadas poblaciones e individuos con flores cerradas que ocasionalmente se autopolinizan y forman semillas. No obstante, este comportamiento no es generalizado y su persistencia con los años no es constante en las poblaciones e individuos, por tanto su carácter autógamo y más concretamente su autogamia debía estudiarse para determinar claramente estos niveles en las poblaciones y sobre todo el grado de heterosis con el que cuentan.

6. Estatus de protección legal

Hasta el 2001, S. perez-chiscanoi no estaba protegida. La ausencia de medidas de protección, especialmente de su hábitat, ha podido ser determinante en la probable desaparición en los últimos 12 años de las 5 poblaciones históricas, que no se han encontrado en el presente estudio (Villar del Rey, Aljucén, Santa Amalia, Acedera y Villanueva de la Serena) en las que no se han localizado ejemplares. No ha existido ningún tipo de control y en los núcleos de las poblaciones no existían limitaciones al uso del suelo.

Serapias perez-chiscanoi está actualmente clasificada ?en peligro de extinción? en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura (Decreto 37/2001). Según establece dicho decreto, en su artículo 2.1.a., esta categoría está <<reservada para aquéllas especies cuya supervivencia es poco probable si los factores causales de su actual situación siguen produciéndose. Su catalogación exigirá la redacción de un Plan de Recuperación, en el que se definirán las medidas necesarias para eliminar tal peligro de extinción>>.

Serapias perez-chiscanoi es la única especie de la familia Orchidaceae clasificada ?en peligro de extinción?, y una de las 7 especies botánicas incluidas en tal categoría, que representa el máximo nivel de protección de las cuatro posibles, que considera el citado catálogo.

Según la Lista Roja de la Flora Vascular Española (publicada en Conservación Vegetal, nº 6, noviembre 2000. Boletín de la Comisión de Flora del Comité Español de la UICN), en que se aplican los criterios de catalogación de la UICN, Serapias perez-chiscanoi aparece en la Categoría ?VULNERABLE, D2?, que indica: <<Tasa de reducción de la población del 20 % en 10 años ò 3 generaciones (vulnerable)>>; <<población muy pequeña o restringida (D)>> y <<área de ocupación inferior a 100 Km² o menor de 5 localidades (D2)>>.

Autores:

  • Caspar Venhuis. Ingeniero de Medio Ambiente. Universidad de Amsterdam.
  • Sjors Tonk. Ingeniero de Medio Ambiente. Universidad de Amsterdam.
  • Marisela Cornado García. Naturalista. Amsterdam.
  • Ángela Garrote Florencio. Ingeniero Técnico Agrícola. Coordinadora del Grupo de Trabajo de Botánica de ADENEX.
  • Carlos Bernal Chacón. Licenciado en Ciencias Biológicas. Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal. Junta de Extremadura.
  • José Antonio Mateos Martín. Licenciado en Geografía. Dirección General de Urbanismo. Junta de Extremadura.
  • Antonio Gentil Cabrilla. Licenciado en Ciencias Biológicas. ADENEX.

 

 

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